Bibliografia Comentada

La imaginación y el arte en la infancia.
Ensayo psicológico.
Lev S. Vigotsky

La imaginación y el arte comienzan a generarse en nuestro cerebro desde temprana edad, en la cual comenzamos a crear algo nuevo proveniente de nuestra actividad creadora, la cual suele estar estrechamente vinculada con nuestra memoria, y su esencia radica en que el hombre repite las conductas creadas previamente y revive rastros de antiguas impresiones; para el individuo, la conservación de su experiencia anterior, le ayuda a conocer el mundo que le rodea, creando y promoviendo hábitos permanentes que se repiten.
Pero el cerebro no sólo es capaz de conservar y reproducir nuestras experiencias pasadas, sino que también es creador; capaz de reelaborar y crear con elementos de experiencias pasadas nuevas normas y planteamientos. Si la actividad del hombre se limitara a reproducir el pasado, él sería un ser vuelto exclusivamente hacia el ayer e incapaz de adaptarse al mañana diferente. Es precisamente la actividad creadora del hombre la que hace que éste imagine y fantasee, con ella hacemos posible la actividad artística y la creación de cosas nuevas.
El niño utiliza tanto la imaginación como la memoria en sus juegos, recreando en lo aprendido en experiencias pasadas algo fantasioso, proveniente de la imaginación; las combina entre sí y crea con ellas nuevas realidades acordes con sus necesidades e intereses.
El juego es el instrumento de comunicación del niño, mediante el cual se contacta con él mismo y con su ámbito social.
El dibujo es la manera con la que los niños, desde temprana edad, reflejan su actividad artística; el niño dependerá de iniciativas y estímulos externos favorables, para el desenvolvimiento creativo y fantástico de su dibujo. En éste reflejara sus actitudes y abrirá su imaginación a nuevas imágenes, en las que la fantasía, el color, las líneas y la experimentación con nuevos materiales, enriquecerá su personalidad creadora, haciendo del juego de pintar una proyección hacia su futuro, que es preparada por su imaginación creadora del presente.